Hablamos sobre la enfermedad de Adry, la comida picante en Tailandia y nuestros planes en Vietnam. También te contamos que es el slow travel y cómo puede ayudarte a viajar de manera más consciente. Además, te compartimos algunas noticias interesantes del mundo de los viajes
Después de despedirnos de Nepal, pasamos una semana en Bangkok, Tailandia, antes de llegar a la isla de Phu Quoc, en el extremo sur de Vietnam.
La semana en Bangkok no fue exactamente como la habíamos imaginado. Desde el primer día, Adry estaba sin energía, comenzó con tos y luego se quedó sin voz. Todo esto limitó nuestras salidas. Solo al final de la estadía, ya un poco mejor, nos animamos a hacer algo de turismo. Al menos, pudimos aprovechar el tiempo para avanzar con trabajo pendiente y tareas que teníamos acumuladas.
Además, tuvimos algunas dificultades con la comida: no fue fácil encontrar opciones vegetarianas, ya que la mayoría de los platos se ofrecen con pollo o cerdo, y además hacen un uso bastante extendido de los fritos. Para nuestra sorpresa, el Pad Thai —el plato que más queríamos probar— casi no se ofrecía en los lugares donde comimos.
A esto se sumó el tema del picante: aunque siempre pedíamos la comida “no spicy”, muchas veces incluía algún ingrediente que, para ellos, era tan leve que ni lo consideraban picante… pero para nosotros sí lo era.
Sin embargo, el domingo, después de ir a la misa en inglés, encontramos un restaurante vegetariano y finalmente pudimos probar el Pad Thai, que estaba delicioso.
